Lo que no sabes
es que yo te necesito,
aquello que desconoces
es que te quiero,
aquello que ignoras
es que caigo, que me hundo
y que el gusto,
lo siento, se va alejando,
para dejar paso
al sentimiento,
que está más cercano
al amor que al gusto.

Lo que no sabes
es que pensar en decirtelo
son lágrimas derradamas
y que mi corazón, destrozado,
se va recuperando
al pensar en ti como amigo.

Lo que no sabes hoy,
es demasiado,
y hace tanto daño dentro
como lo haría fuera.

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Fuente: ebiblio

Te siento tan dentro
que te tengo que buscar,
pero es el lamento
tan grande por ello
que se escucha
en lo profundo del mar.

Te llevo tan dentro
que te has convertido
en mi alimento
y es eso al mismo tiempo
veneno que me la quita.

Ay vida, muerte...
me las das
te las llevas
a tu antojo
a tu cuerpo,
son tu alimento.

Te tengo tan dentro
que no hacerlo
es lo que más deseo.
Pero si no te tuviese
sé que moriría por ello.
Tenerte, y no tenerte
es lo que me mata
de desesperacion.


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Siento como se clavan, de nuevo,
esos cuchillos afilados
que se convierten en espadas.

Otra vez,  al oírte decirlas
cuando no son ciertas,
cuando yo muero,
cuando vivo por decírtelo.

Se va poco a poco rompiendo
en esa milésima de segundo
porque quiero decirlo
mas no lo hago por saberlo,
que de mi no quieres oírlo.

Pues sé, aunque quizás tú no,
que esta, mi forma de quererte
no es como quieres que te quiera.
Yo tampoco.
Mas así es, y así tengo que vivirlo.

Sabiendo que querré con miedo,
hasta poder creer
que no es tan sólo querer
lo que por mi cuerpo corre.

Miedo, a que sea amor
el alimento de mi corazón,
y tu veneno el que mis venas recorre.

No me lo pongas,
aún,
todavía,
más difícil
de lo que está ya siendo.

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Cierro los ojos
y en mi siento paz,
esa libertad
que tanto he buscado,
que tanto he anhelado
sin encontrar, pues
en rincones oscuros
me he visto,
en caminos
sin salida aparente
que enloquecen mi mente.

Si, por fin puedo, cerrarlos
y sentir como mi alma se traslada,
y viajando, hallar felicidad.

Sin pensar hago
y hago sin pensar
aquello que yo quiero.

Es momento
de obedecerme a mi misma.
Es momento
de buscar, encontrar,
de experimentar,
ganar, perder, da igual
pero jugar,
jugarlo todo y apostar,
despertar ese coma
en que vivo sintiendo
que no soy yo,
o sí, que soy yo.
Pero que quiero
otro
yo.

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Mil historias, mil versos
y mil sentimientos
solo en un verso.
Tu verso.

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Andrea Muñoz Majarraez escribe novela romántica, contemporánea e histórica. Forma parte de Penguim Randmon House y Selecta.

He leído ambos estilos y en ambos he encontrado una lectura amena, entretenida, y que emociona.

Esta es la historia
de un payo y una gitana
contada por la luna.

Luna, gitana y desolada
que llora desconsolada
al escuchar los secretos
de boca de la mujer morena.

Era noche estrellada,
estrellada y oscura
en la que aquel payo
buscaba la libertad,
noche en la que el payo
salió de donde entró
por un asesinato
que no cometió.

Era  noche estrellada,
estrellada y oscura
y sus veloces piernas
el bosque recorrieron
hasta pararse embrujados
por el hilo de la musica.

Tras los matorrales se escondió,
y apartando sobrantes ramas
una joven baliando vio.

Poseida por aquella melodía
su cuerpo sin dueño movía.
Hasta donde estaba se acercó
y una vela, sin mirarle, dejó.
Sin saberlo su aliento notó.

Aún sigue encendida aquella
y sin explicación
en el mismo lugar sus huellas.

El patriarca cuenta se dio
y hasta donde estaba miró.

Tras él se fueron
y de nuevo lo que su vida es recordó.
Huir, huir, y huir de todo,
y de todos.
Pistolas, y navajas volaron
más atraparlo no pudieron.


De nuevo, noche estrellada,
estrellada y oscura
cuando la misma luna,
las mismas estrellas,
alumbraban la noche.
.
Volvió, y esperando
en el matorral se escondió
y cuando hubo perdido esperanza,
ella apareció
con la melena suelta.
Y sus ojos esmeralda
cómplices, se cruzaron
con aquellos otros negros
que la miraban embelesados.

No hicieron falta palabras.
La cogió, y llevándosela,
corrieron hasta perderse.

Mas la luna, gitana y desolada
sigue llorando desconsolada
pues la gitana regresó,
más el payo desapareció.
Pues algo no vio nuestra luna
que hubo de contárselo
Esmeralda.

Que al payo lo esperaban
unos cuantos de los suyos
para hacerse los justicieros
(La Liga de la Justicia los llamaban)
con la sangre del culpable equivocado.


Y de aquella noche estrellada
tan sólo quedó esta historia,
que la gitana Esmeralda
cayó a los pies de la luna.
Pues los suyos creyeron vengarla.
(Los Vengadores los llamaban)

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Quisiera ser la suave brisa
que se enrede en tus cabellos,
ese champú que se recrea en ellos,
quisiera ser tu sombra
para estar siempre a tu lado
y caminar por donde tu camines.

Quisiera ser ese chocolate
que en tu boca se derrite
para sentir la humedad de tu lengua,
ser tus dedos para sentirte
cuando los paseas por ti.
Quisiera ser tu piel
y en ella calentarme.

Pero sobretodo quisiera ser
ELLA,
la mujer que te atrape,
que te hechice y te haga,
quisiera ser quien te enamorase,
quisiera ser a quien tu quisieras
de la misma forma en que te quiere
ELLA.

Quisiera ser, ELLA.

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