Ha llegado la noche a su alma. La blanca luna llena llora desconsolada por un amor perdido acompañando a una joven dama. Juntas, en el mismo banco, en el de la silenciosa soledad compartiendo la misma historia.
Desde lejos un hombre las observa. El anciano se va acercando hasta sentarse con ellas. Su barba blanca confunde, despista y la joven apenas vislumbra que el rostro que se esconde no es otro que el de su amado. Hasta que lágrimas de cristal son derramadas por el anciano al ser un desconocido para aquella a quien había amado, para quien estaba amando.
El tiempo había pasado por él. En cambio, la dama seguía con su dulce rostro y su melena morena.
Y aquellos verdes ojos explotaron. Lágrimas siguieron derramando mas esta vez de alegría al besar por vez primera los labios rejuvenecidos por aquellas lágrimas de amor desprendidas instantes antes.
El tiempo había pasado mas no los sentimientos y la espera se vio recompensada en años de eterna felicidad.
El tiempo había pasado mas no los sentimientos y la espera se vio recompensada en años de eterna felicidad.
Puedes compartir este microrelato con hastags #LargaEspera #ELSS
0 Comments